miércoles, 7 de mayo de 2014

Tiempo para pensarse. Taller de Autoestima de Maite Ortega.

El objetivo primordial del taller realizado el pasado 30 de mayo era proporcionar un espacio de tranquilidad donde cada cual pueda trabajar a su ritmo y sentirse a gusto, un tiempo para pensarse. 

Lo plantee como un viaje, en el que cada cual se bajaría en el momento que quisiera, se pararía a mirar el paisaje…Un viaje en el que todos llevamos maleta, con nuestras vivencias, nuestras culpas, nuestras esperanzas.  Y nos llevamos a un compañero: Valentín, alguien que a pesar de ser pequeño, tiene muchas cosas que enseñarnos, lecciones de valentía y de ganas de descubrir.




Empezamos reflexionando sobre quiénes somos, porque de  todos los juicios a los que nos sometemos, ninguno es tan importante como el nuestro propio. El diálogo interno que mantenemos con nosotros mismos se impregna de este juicio, y podemos ser implacables.  

Tenemos herramientas para enfrentarnos a ello, y una muy poderosa es la imaginación. La capacidad de soñar e inventar, de crear. Sin límites! De ese modo dejamos fuera todo lo que nos ata, nos hace pequeños o nos encierra. Los miedos nos impiden a veces incluso imaginar qué queremos. En estos momentos en los que encontrar un trabajo es esencial, no nos permitimos ni siquiera soñar despiertos. La pregunta es: ¿por qué nos exigimos tanto? ¿Por qué no nos dejamos ser? ¿Por qué no nos cuidamos? Porque creemos que exigiéndonos más que nadie, sacrificándonos al límite estamos siendo buenos. Castigándonos por no conseguir lo que se espera de nosotros no nos hace mejores.

Durante la sesión, hablamos de estos límites, de estas exigencias, hablamos de las “estacas” que nos atan y no nos dejan crecer, que nos hacen ver todo muy difícil e imposible. Gracias a este clima que creamos cada persona compartió con los demás su experiencia, y los sueños que se quedaron en el camino.
Finalmente, empezando a cuidarnos y valorarnos, nos hicimos regalos, uno a nosotros mismos: un lema, un tótem, y otro al resto regalando palabras y cariño entre tod@s.

Una vez más toca ser valientes, escucharnos, y como decía Susanna Tamaro:

“"Cuando ante tí se abran muchos caminos y no sepas cuál recorrer, no te metas en uno cualquiera al azar: siéntate y aguarda. Respira con la confiada profundidad con qué respiraste el día en que viniste al mundo, sin permitir que nada te distraiga: aguarda y aguarda más aún. Quédate quieta, en silencio, y escucha a tú corazón. Y cuando te hable, levántate y ve donde él te lleve..."

Date tiempo, respira, piénsate, escúchate.


Maite Ortega

2 comentarios:

  1. Maite, qué post más bueno. Refleja totalmente las sensaciones vividas ese día. Muy bien preparado, muy bien transmitido. Se queda dentro de nosotros la sensación de poder...Me encanta el texto que has puesto de Susanna Tamaro. Mil gracias por el esfuerzo.

    ResponderEliminar
  2. Como siento no haber podido asistir....
    Me han encantado la reflexión final. Eres grande.

    ResponderEliminar

Para la construcción colectiva necesitamos tu mirada y tu voz. Participa.